Cosas que pasan...

Llevo varios días en silencio...quizá por que el sábado me he quedado casi muda. Cuando estaba a punto de terminar mi jornada laboral, y cerrar la tienda para ir a tomar algo con mi marido, ocurrió lo que no me había ocurrido en la vida, y la noche del sábado e incluso el domingo entero cambiaron para no hacer nada de lo que entraba en nuestros planes.

Como os decía, a última hora del sábado, entró un chico en la tienda, lleno de bolsas de las mejores tiendas de la zona. Es cierto que mi primera impresión no fue buena, pero cuando se está detrás de un mostrador llega un momento en que no te fías ni de tu sombra!!. Esas bolsas que traía en la mano, me tranquilizaron un poco, si venía de sitios tan caros es que traía dinero para comprar...o eso es lo que pensé yo.
Creo que soy demasiado confiada, o era, más bien. Porque lo del sábado no me vuelve a pasar, al menos no de esa forma tan tonta...
El caso es que como os imagináis, el chico en cuestión vino a hacer el agosto a mi costa, aprovechando que estaba sola. Hizo el amago de comprar varias cosas, pidiéndome que se las envolviera en papel de regalo, mientras él iba seleccionando artículos, y echándole el ojo a lo que realmente le interesaba. Cuando terminó su elección, me pidió una caja de cartón vacía, para despistarme, claro. Tuve que ir a la trastienda a buscar una, momento en el que el maravilloso joven se llevo varios artículos de los más caros de la tienda, junto con mi maravillosa Blacberry.
Me quedé allí, quieta, y con cara de gilipollas!, hasta que pasaron quince minutos no fui capaz de reaccionar...Que como reaccioné?, pues mal, fatal, horrible!!. Me entró una rabia y una impotencia que eran superiores a mi, así que me puse a llorar como una niña pequeña...(bueno también lloré por mi blacberry, que para mi casi era lo peor que me podía pasar en esta vida....).Y moqueando, traté de acordarme del numero de teléfono de mi marido, es que todos los números iban apuntados en la agenda de mi móvil...Luego llamé a la policía, y ya me fui para comisaría a sustituir la cena del sábado noche, por una velada rodeada de policías uniformados. Muy amables eso sí, pero ni eso era consuelo suficiente...
El domingo me entró el pánico post-traumático. Hace cosa de un año, también nos entraron a robar, y después de poner la denuncia, el ladrón de poca monta, nos visitaba a diario para intimidarnos. Se plantaba delante de la puerta, sin entrar eso sí, pero se nos quedaba mirando desafiantemente, hasta que se cansó de que llamáramos a la policía día sí, día también y se fue a buscar a otras victimas a las que desvalijar. Así que el domingo, recordando un poco todo, estaba muy nerviosa, y sin ánimos de nada. Además el Lunes venían los del CSI, como en la serie, a tomar huellas a ver si encontraban algo, y después me tocaba la rueda de reconocimiento a ver si me acordaba de su cara...
En fin, que pasado el trago, que tengo que dar gracias porque fue una tontería, ya que peor hubiese sido que el chico este me diese un golpe, o vete a saber que... ya estoy más tranquila. Por cierto, no encontraron huellas, y yo no lo reconocí en las fotos, así que me da, que le salió de lujo, porque a este no lo pillan en la vida...Pero que se j.... que le bloquee la blacberry, y ahora si quiere, puede tirar con ella porque por mucha tarjeta que le meta, no le sirve para nada...
Aissxxx... ahora entendéis por qué llevo unos días mudita???