(Foto tomada desde el túnel que atraviesa la montaña)
Otra de mis visitas por Mallorca, fue La Calobra. Después de conocer a varias personas que ya habían veraneado antes en esta maravillosa isla, y de que todas me insistieran en lo mismo, que no podía dejar de ir a La Calobra, a una le pica el gusanillo y le puede la curiosidad.
Así que una mañana, madrugamos mucho, cogimos nuestro cochecito de alquiles y tiramos rumbo a Soller. Desde allí cogeríamos un barco que nos llevaría definitivamente a nuestro destino.
Pero antes de hablaros de la Calobra, quiero hacer un paréntesis con Soller.
Soller está situado al noroeste de la isla, y llace en un valle en forma de cuenco. Este valle es muy bonito, y llaman mucho la atención sus naranjos y sus olivos. Es un pueblo pesquero, muy tranquilo y muy acogedor. En la zona portuaria podrás encontrar numerosos locales a la orilla del mar, donde tomar un refresco, comer, o saborear un helado en una de sus terracitas viendo el puerto con los barcos de fondo.
Soller, es un pueblo de gran aceptación turística, a lo largo del pueblo te encuentras con numerosos hoteles, apartamentos y demás estancias hosteleras. El día que fuimos, llegamos sobre las once de la mañana y ya estaba lleno de turistas. Cuando me puse a la cola para las entradas al barco que nos llevaría a la calobra, el sol nos abrasaba desde el cielo sin piedad. Pacientemente esperé mi turno, y cogí los billetes para después tomarnos un cafecito con hielo en uno de sus bares antes de zarpar.
La Calobra está situada en la sierra Tramontada, os acordáis que el otro día cuando os hablaba de Fomentos, os dije que allí era donde terminaba esta sierra?.
El motivo de ir en barco, es que la carretera que llega hasta allí está muy mal. Muchas curvas, muy estrecha...o al menos eso es lo que nos dijeron. El caso es que después de ver la de Fomentor, y de subir y bajar montañas haciendo eses para llegar a Soller, no se yo como peor podía ser, pero bueno, como la idea del barco me atraía mucho, pues no nos lo pensamos.
Como os dije el barco sale de Soller, en distintos horarios, y el último de vuelta creo recordar que era sobre las cuatro y media, así que está bien como excursión para pasar el día.
(La Cala desde el paseo que rodea la costa)
Lo más bonito de ir en barco, es que puedes ver toda la costa salvaje. Acantilados llenos de roca, con cuevas y dibujando diferentes formas a lo largo del recorrido. Zonas a las que el hombre no pudo llegar aun, donde solo reina la naturaleza viva, donde solo el mar y la piedra viven juntos sin que nadie les moleste. Belleza bruta y de la mejor que os podáis encontrar.
La Calobra se encuentra entre acantilados de más de doscientos metros. La cala que veis en la foto es de cantos rodados, (yo me traje uno de recuerdo!!) . Estos cantos están formados por la acción escultora del propio agua. En la Calobra se encuentra la desembocadura del Torrente Paréis, del que emanaba el agua durante miles de años, formando un sendero hasta desembocar en el mar. Esto hizo que la erosión del agua bajando por la piedra durante tanto tiempo, formara esta belleza natural.
A lo largo de La Calobra hay un paseo, lleno de bares y sitios de comidas, pero lo mejor es llevarte tu propio bocadillo y comer sentado en una roca disfrutando de la paz y la belleza del entorno.
Lo primero que hicimos nada más bajar del barco, fue correr al agua. Lo que menos me gustó fue lo de los cantos, ya que a mis pies les costaba un poco llegar al agua, y se quejaban doloridos por la falta de costumbre. Pero una vez en el agua se te pasa todo. Es un sitio ideal para bucear. Aguas claras entre rocas y llenas de peces de colores.
Yo intenté hacerlo, pero cuando llevaba diez minutos con las gafas y el tubo, me picó una medusa. Creo que era la única que había en toda la isla, y por lo visto no le caí en gracia, que no me dejó ver ni un triste pez. Así que ese fue mi percance de la Calobra!!! Sacando el pequeño incidente, recomendable cien por cien.
Otra de las cosas que me gustaron mucho de este sitio, fueron los pasadizos de piedra a través de las montañas para recorrer toda la costa. Estos me imagino que los haría el hombre, no creo que se formaran naturalmente, aunque no lo se seguro. Son tan largos, que pusieron unas pequeñas luces en el suelo para poder ver algo, aunque lo mejor es quitarse las gafas de sol antes de entrar, no hagáis como un turista que vi allí, que llevaba una linterna en la mano y las gafas de sol puestas y aun así chocaba con la gente. Lo que me pude reís, hay cada personaje más raro!!!
(Otra foto donde se puede ver la tonalidad impecable del mar, que belleza!!)
Os dejo unas fotos del pequeño paraíso, si algún día vais ya me contareis que os parece. Pero recordar que allí vive la única medusa de mallorca, esa que me picó en tres sitios de un solo estocazo, y que hizo que conociera en mis propias carnes su curioso veneno. Después de esto mi hermana me dijo que hay unas cremas solares buenisimas que repelen las picaduras de las medusas, pero bueno, de haberlo sabido me habría perdido la experiencia y tampoco era plan el perderse nada no? Hay que vivir todo en estado puro!!!
Al volver a Soller, nos tomamos uno de esos refrescantes helados, nos dimos un paseo por el pueblo y me quedé con las ganas de subirme en el tren turistico que te lleva de ruta por todo el pueblo. Otra vez será!!!
Yo pasé mi luna de miel en mallorca, pero para ser sincera no me acuerdo de mucho....solo de la calobra (impresionante) del paseo en barquito viendo todas esas cuevas en la roca...preciosas, la excursión que hicimos en submarino (un autentico timo) y un parque (que no recuerdo el nombre) donde había figuras de dinosaurios enormes por el medio del monte...jejeje, me encantó....recuerdo que mi marido y yo decidimos que llevariamos a nuestros hijos (yo estaba embarazada de david) a mallorca....todavía no lo hemos hecho, y con mi miedo al avión duco que lo hagamos.....un biko
ResponderEliminarJo pues deverías volver!! Además si tanto miedo te da el avión, siempre puedes ir en Ferry desde Barcelona. Lo habías pensado???
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