jueves, 29 de julio de 2010
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Creo que todos deberíamos hacer terapia en los tiempos que corren. Llevo desde los diecisiete años trabajando de cara al público, y cada día que pasa lo tengo más claro. Parece como si la gente tuviera la necesidad de desahogarse, de contar sus preocupaciones, su sufrimiento, sus anécdotas diarias. Tengo clientas que me visitan a diario para contarme su vida, sus dolencias, sus quehaceres matutinos, y alguna viene sin la necesidad de comprar nada, solo a charlar un rato.
Si os digo todo lo que me tienen contado, no creo que me creyerais. Porque alguna me cuenta cosas tan fuertes, que a mi de da vergüenza hasta escucharlas. La mayoría te habla de desgracias, de enfermedades que padecen, o de gente que se ha muerto. Otras se dedican a intentar convencerte de alguna religión, tengo una que está empeñada en hablarme del budismo, que ella practica por supuesto y está encantada. Otras me saturan con política, y me llenan la cabeza de posibles soluciones para la crisis económica que pulula por el aire.
El caso es que todas tienen la necesidad de hablar, de que alguien las escuche. Y yo que ya llevo muchos años en esto, parece que ya las huelo cuando entran por la puerta. Según las veo, ya se si vienen enfadadas, si están contentas, si vienen a protestar, o si son exigentes, o resulta que son encantadoras. Muchas veces pienso que a base de estar trabajando de cara al público, una se saca un master en psicología.
Sin embargo, yo soy incapaz de ir a comprar algo y contarle mi vida a la dependienta, me imagino que por eso me hice un blog, para no tener esa necesidad. Aquí cuento lo que me apetece, y el que quiera que lo lea, y el que no que pase página...ahora que lo pienso, esto es otra forma de desahogo, igual yo también necesito esa terapia de la que os hablaba antes!!!.
Vivimos en un mundo, en el que cada día la comunicación con nuestros seres queridos es más escasa, cada día hay más gente que carga con los problemas a las espalda y a veces hasta se siente solo. Y muchas de esas personas, prefieren pedir consejo a un desconocido que a alguien cercano que las pueda juzgar, por sus actos...
No critico esta actitud desde luego, pero me hace pensar...Ya sabéis, Marta y su rara forma de filosofar...
En busca de la felicidad, supongo...
Creo que todos deberíamos hacer terapia en los tiempos que corren. Llevo desde los diecisiete años trabajando de cara al público, y cada día que pasa lo tengo más claro. Parece como si la gente tuviera la necesidad de desahogarse, de contar sus preocupaciones, su sufrimiento, sus anécdotas diarias. Tengo clientas que me visitan a diario para contarme su vida, sus dolencias, sus quehaceres matutinos, y alguna viene sin la necesidad de comprar nada, solo a charlar un rato.
Si os digo todo lo que me tienen contado, no creo que me creyerais. Porque alguna me cuenta cosas tan fuertes, que a mi de da vergüenza hasta escucharlas. La mayoría te habla de desgracias, de enfermedades que padecen, o de gente que se ha muerto. Otras se dedican a intentar convencerte de alguna religión, tengo una que está empeñada en hablarme del budismo, que ella practica por supuesto y está encantada. Otras me saturan con política, y me llenan la cabeza de posibles soluciones para la crisis económica que pulula por el aire.
El caso es que todas tienen la necesidad de hablar, de que alguien las escuche. Y yo que ya llevo muchos años en esto, parece que ya las huelo cuando entran por la puerta. Según las veo, ya se si vienen enfadadas, si están contentas, si vienen a protestar, o si son exigentes, o resulta que son encantadoras. Muchas veces pienso que a base de estar trabajando de cara al público, una se saca un master en psicología.
Sin embargo, yo soy incapaz de ir a comprar algo y contarle mi vida a la dependienta, me imagino que por eso me hice un blog, para no tener esa necesidad. Aquí cuento lo que me apetece, y el que quiera que lo lea, y el que no que pase página...ahora que lo pienso, esto es otra forma de desahogo, igual yo también necesito esa terapia de la que os hablaba antes!!!.
Vivimos en un mundo, en el que cada día la comunicación con nuestros seres queridos es más escasa, cada día hay más gente que carga con los problemas a las espalda y a veces hasta se siente solo. Y muchas de esas personas, prefieren pedir consejo a un desconocido que a alguien cercano que las pueda juzgar, por sus actos...
No critico esta actitud desde luego, pero me hace pensar...Ya sabéis, Marta y su rara forma de filosofar...
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Jajaja! Te entiendo perfectamente. A mi también me pasa con la gente que viene a la oficina o incluso por teléfono, a contarme sus problemas. En el fondo tan sólo quieren que les escuches sin más, tampoco piden consejo. Supongo que tienen que deshogarse y les será más fácil contárselo a un desconocido.
ResponderEliminarCon lo bonito que es tener una tarde de marujas!!! jajajaja Si la verdad es que si, se les ve la necesidad de un poco de desahogo.
ResponderEliminarhola marta, yo hago terapia desde hace años, porque en verdad mi rollo es con mi familia, un terapeuta es imparcial y te puede guiar a un lado saludable, yo trabajaba en una escuela y tenía un iman con las personas enfermas o tristes, incluso mis alumnos me contaban cosas que no le decían a nadie, desde abuso hasta auto flagelación o anorexia, dicen que es porque tengo una forma de ser puy perceptiva y se decirle la palabra justa a las personas con solo verlas, ayude a muchas personas pero me termine enfermando yo, ahora trato de sanarme, aunque por mail o conversasiones siguen requiriendo mis consejos o mi oreja, besos marta tu seguidora, que te aconseja no enrollarte con los dramas de la gente, besos
ResponderEliminarSara me encanta que sigas ahí, y siempre es bueno escuchar a las personas, se sufre peo tambien se aprende mucho. Un besito
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