Con ataque de morriña...

Será verdad eso de la crisis post-vacacional? Hoy hace justo una semana que me reincorporé al trabajo y ya no puedo con el alma. Tengo tanto sueño que tuve que plantarme unos palillos en los ojos para aguantar todo el día, y estoy tan sumamente cansada que solo pienso en mi camita.
Hoy empiezan las fiestas en donde vivo, bueno más bien donde vivía antes de casarme, y para nosotros son obligatorias por ley no escrita, y yo muerta del sueño!!!. Ya solo pienso en la siesta que me voy a tirar el sábado!!!. Si, sacrificaré Ikea por la siesta, así que la cosa pinta grave!!. (Esto lo digo ahora, y el sábado fijo que para no perder tiempo ya llamo a mi marido para comer en Ikea!!! jajajaja yo que estoy loca perdida!!)
Esta noche al salir de trabajar,me imagino que iremos a dar una vuelta por la feria medieval, es algo que me encanta!!. Ver todos los puestos del mercadillo llenos de artesanías, cosas de todo tipo y para todos los gustos. Y los puestos de comidas...aisxxx que si las filloas, que si los kebacs, que si las pastas, las garrapiñadas...Si, ya se que estoy a dieta, así que este año me imaginaré comiéndolas, y solo miraré....aunque un bollito preñao...Vale, vale, que no!!!. Jo, es que tengo que ser buena, que en las vacaciones engordé un kilito, y ahora toca bajar ese y los que aun me quedaban antes de marchar....
Bueno, seguro que con tanto jaleo se me acaba pasando el cansancio, teniendo en cuenta que hoy no fui a comer a casa, y a estas horas una se duerme...igual no es tan grave la situación...Pero jolines, que bien se vivía de vacaciones!!!
Te levantas, desayunas y te vas a dar un chapuzón a la piscina, o dos, o tres, o cuatro...cuando te cansas y empieza a apretar el solete te marchas al Spa, que allí se está fresquito y además tiene camas de agua. Luego te tumbas un rato en la tumbona, hasta que te secas, o mejor pasas un poquito por la sauna, así de paso te relajas, y sin darte cuenta te da la hora de comer.
Disfrutas de una comida fresquita, que con tanto calor no te apetece nada caliente, y te vuelves para la tumbona de la piscina, o bajas a la playa, depende de lo que te apetezca en ese momento, te das otros mil baños en el agua fresquita, y nadas mucho, mucho, muchisimo, hasta que vuelves a tu tumbona a relajarte leyendo un buen libro. Así a media tarde es una hora perfecta para leer!!.
Luego subes a la habitación a darte una ducha y adecentarte un poco para la cena, que saboreas con más apetito que la comida del mediodía, porque ya estás un poco cansada después de todo el día nadando.
Y cuando terminas la cena, bajas a la terracita de la playa a tomarte una copita, una sangría o un tinto de verano. Con cuidado eso si, de que tu marido no hable por teléfono muy cerca del mar y accidentalmente se le caiga al agua y tú tengas que tirarte a por él ya vestida. Al final solo fue un bañito extra para rescatar una blacberry que definitivamente falleció allí mismito. Pero bueno, la anécdota valió la pena.
Y esto, es ahora todo lo que me queda, el recuerdo de la buena vida...aisssxxx y que bien se vivía!!!.