Lo mejor de mi viaje fuiste tú...

Lo mejor de mi viajes fuiste tú...

Lo mejor fue conocerla a ella, a esa pequeña vida que acaba de llegar. Inocente, indefensa, y con toda una vida por delante.

Alegre, siempre sonriente, llena de paz y de ternura. Mirarla a los ojos es como perderse en un océano de aguas cálidas, de donde no quieres salir jamás porque te sientes más a gusto que en cualquier otro lado.

Tocar sus manitas, o su piel, es como acariciar algodones, suave, tierna, dulce. Sin duda ella es medicina para el alma, y aunque aun es muy pequeñita ya tiene ese brillo de las estrellas.

Ella es el motivo de ir a Madrid cuan do todos se van de una ciudad demasiado grande. A pesar de las ofertas ante la crisis para viajar a lugares soleados, pensé que no habría un sitio más soleado que estar a su lado. Una tarde, una hora, un minuto, lo que fuera con tal de verla, y de quedarme registrada para siempre en su retina.

Medio brujita, ella ya te engatusa nada más entrar por la puerta, no llora, solo sonríe, te transmite lo más puro de esta vida, la felicidad que conocen sus ojos, la inocencia, te regala desinteresadamente todas las raciones de esperanza que deseas, y te despide con esa carita dulce de vuelve cuando quieras que yo no pienso parar de crecer...

Sin duda el milagro de la vida eres tú!!!