La dulce Carola - III

Hoy vuelvo a hablaros de Carola...sobretodo porque alguna de vosotras esta semana se acordó de ella...y ni carola, ni yo tampoco, queremos defraudaros...
Ya os dije un día, que Carola, es seguidora y lectora de este blog...lee todo lo que escribo, y opina todas y cada una de las entradas!!! Es una buena crítica, igual que lo sois muchas de vosotras...
Para quien no se acuerde, Carola es una chica muy dulce Mexicana, vive en el estado de Chiapas, muy cerca de Guatemala. Yo la conocí hace año y medio en mi viaje a su maravilloso país...Ella siempre que sus estudios se lo permiten, se desplaza a la zona hotelera, que nosotros conocemos como "Riviera Maya" para trabajar...Sus padres no están muy de acuerdo, ellos quieren que su dulce Carola estudie, para tener un futuro mejor de lo que lo tuvieron ellos...

El padre de Carola ya salió de su casa a luchar por su hija en el 94, en una rebelión contra el gobierno de Salinas. El motivo de esta sublevación era la protesta ante la pobreza de indígenas y campesinos de todo el país...peleaban por las tierras que se le arrebataron a los pueblos indígenas, y también por un reparto de riquezas. En México las clases sociales están muy marcadas...Y es que Chiapas, a pesar de ser uno de los estados en que más recursos naturales hay (madera, petróleo, minas, y tierras fértiles)...es uno de los lugares de México donde más se ha notado la desigualdad entre los distintos sectores sociales.

Yo creo que este echo marcó mucho la personalidad de Carola, ya que a pesar de que sus padres trabajan como locos por sacarla adelante, ella se niega a no cooperar en lo que pueda...

Asique allí la conocí, en el mejor hotel de la "Riviera", trabajando de camarera... La dulce Carola nos enseñó muchas cosas de allí, nos contaba la situación de su país, los sueldos que tenían por trabajar una barbaridad de horas...las dificultades de salir adelante de los más pobres, y miles y miles de anécdotas... Carola también nos enseñó a tomar un buen tequila, que he de decir que en tierras méxicanas sabe mucho mejor que en España...yo creo que fue ese día, después de unos cuantos tequilas, que supe que esa chica y yo, ibamos a ser buenas amigas siempre...

Muchas cosas en común, y un mundo entero de diferencias que nos separan, miles de kilómetros y todo un océano entre nuestros dos mundos...pero ninguna distancia es suficiente para separar a dos personas que quieren conocerse y estás en contacto...

Con el paso del tiempo, y mi curiosidad por su cultura, y mis ansias de saber cada día más...fui llegando al corazón de Carola...y hoy sé, que soy un gran apoyo para ella...y lo que ella no sabe, es que también es un gran bastón para mi en esos momentos que sólo necesitas un poco de amistad...

Así fue como ella empezó a contarme los problemas con su amiga Nayelí, el distanciamiento entre las dos...y el gran amor que surgió en su vida sin llamarlo, ese amor tan especial que sólo ella sabe cuan grande puede a llegar a ser...su Cornelius...

Pues a día de hoy, Nayelí digamos que volvió a donde no debió faltar...al lado de su dulce Carola...y las cosas vuelven a su cauce igual que los ríos después de desbordarse...

Hace unos quince días que Nayelí, Carola y Cornelius volvieron de su viaje...Carola al ver el terremoto de Haíti no pudo dejarlo pasar...y después de hablar con sus padres, se dirigió a una ONG para que la pusiese al tanto, de los pasos que debía dar para ir a aquellas tierras a colaborar como voluntaria en lo que pudiera...Al enterarse Cornelius de la noticia, intentó hacerla desistir, sabiendo lo que esa experiencia podía marcar a su dulce Carola...Y ante los imposibles intentos por sacarle la idea de la cabeza, no tuvo más remedio que unirse a ella, y emprender rumbo hacía lo que sería una dura experiencia...Nayelí, al ver que sus dos amigos estaban decididos, decidió ir con ellos, y colaborar también...

Como os decía, hace como quince días que volvieron, y las cosas que allí vieron fueron poco menos que aterradoras...el día que tomaron tierra en México, hablé con Carola por teléfono, y solo con escuchar su voz resquebrajada me dí cuenta de que allí en Haíti, había madurado como diez años de golpe...

Días después volvimos a hablar, y me contaba que le era imposible conciliar el sueño, y que cuando logra quedarse dormida, se despierta entre gritos y sudores fríos que le resbalan por la frente....Su padre, preocupado, llegó a recriminarle el hecho de que fuera a Haíti, (No por que no quisiera que ayudara, sino porque le preocupa demasiado su pequeña...), pero entonces, Carola, ella, la dulce y valiente Carola...le recordó cuando él fue también a luchar por los suyos, a luchar por su pueblo, en aquella revolución zapatista...

Como veis, la vida de esta maravillosa (ahora) mujer, no me puede dejar de apasionar, y de sorprender...yo sé que ella, algún día llegará muy lejos...y logrará sacar a sus padres de esa pobreza en la que viven...porque si algo tiene Carola, es sangre luchadora en la venas...quizá una herencia de su padre...o quizá de su trabajadora madre...lo que está claro, es que Carola dejará huella, al menos en esos que tenemos la suerte de conocerla...