Y son esos pequeños momentos...

Llegó el frío, no se si para quedarse, o para visitarnos unos días...yo creo que para quedarse...

Despertarse por la mañana, y sentir que si sales de debajo de ese nórdico que te tapa, el frío te hará saltar de un golpe de la cama...remolonear cinco minutos más, al calor...abrazarte un ratito a tu pareja y disfrutar por un momento de ese calorcito que te hace sentirte tan bien...y pensar que no quieres estás así sólo un ratito, que te quedarías así toda la vida...

Sentir la lluvia golpeando el cristal, y darte cuenta en el día que te espera...y no quieres salir...quieres quedarte así, al calorcito, abrazada, acurrucada como una oruga...que felicidad!!!

Pero pasan esos breves minutos, y tienes que hacerte con la fuerza necesaria para salir de la cama...y que me pongo? hará mucho más frío en la calle, si, pero después tendré calor...ohhh que pereza!!!

Te lavas la cara en agua calentita, y abres la ducha, decides meterte dentro y disfrutar de ese calor que te envolverá sólo unos minutos más...

Notar el frío de nuevo, al salir del agua, vestirse con escalofríos, y pensar que en la calle será peor...ya piensas en la noche, en la vuelta a casa...en poder sentarte en el sofá con la mantita, y una taza de leche caliente viendo un poco la tele, y notando como sigue golpeando el frío ahí fuera...como sigue lloviendo tras el cristal..y tú ya sana y salva, al calor del hogar, con la compañía perfecta con la que disfrutar, de esa temperatura perfecta que ahora sientes en tu cuerpo...en tu cara, en tus manos, en tus pies...y piensas que eres feliz, que en ese preciso momento estás disfrutando más que nunca de lo que tienes y de lo que te rodea...y piensas en la gran satisfacción que te aportan esas pequeñas cosas de la vida...esas a las que por lo general no le damos valor...esas que tan felices nos hacen aun sin pararnos a saborearlas...

Seguro que si esta mañana, no hubiese salido de cama, salido de casa, ahora, aquí, bajo la manta, sobre el sofá, no disfrutaría tanto de este momento...y son esas pequeñas cosas las que me hacen feliz...