Saltar al vacio a veces vale la pena....si o no?

Desde hace un par de años vengo dándole vueltas a algo que quiero hacer...pero nunca me puse al tema por todo lo que conlleva y lo que supone. El vértigo que da planteármelo, el miedo al salto desde tanta altura...y estos días me he acordado de algo que me ha dado valor...
No se si os acordáis, pero ya he comentado en alguna ocasión que yo antes, hacía patinaje artístico. Competía en categoría individual y por parejas, y llegar hasta ahí me costó mucho, mucho esfuerzo, muchas horas de entrenamiento, y muchos retos a nivel personal de superar día a día obstáculos nuevos. Por aquel entonces, yo no me planteaba miedos, vértigos, ni nada. Yo me tiraba al vacío y punto!! Como nos cambia la vida verdad?.
Cada campeonato, suponía ejercicios nuevos, piruetas que me parecían imposibles!!. Entonces yo, me enfundaba mis patines de cuatro ruedas, salía a la pista y durante horas, practicaba la pirueta perfecta. Me caía una y mil veces, y mil veces me levantaba para empezar de nuevo con las mismas fuerzas de la primera, y con la misma frescura como si no me pudiera el cansancio ni la derrota, hasta que llegaba el momento en que por arte de magia, esa pirueta imposible salía sola. Ese era el momento de la victoria, en el que la repetía otras mil veces, pero esta vez para empaparme del orgullo que me producía, de la satisfacción de haber obtenido el fruto de todas esas horas de trabajo, y me encantaba que me vieran, porque me había superado a mi misma... Competir, no era por un premio, o un diploma o por pasar de categoría. Cuando salía a la pista, delante de tanta gente y de un jurado estricto y duro, sabía que ese seria el reconocimiento ante todas esas miradas de que mi trabajo había merecido la pena... y así era...
Recuerdo, cuando metía mis patines en la funda, y le decía a mi madre que me iba a entrenar..
-Pero como?- Decía ella.- Si hoy no tienes patinaje, a donde vas a entrenar?
-Me voy a la pista, o al paseo marítimo mamá.
-Tu sola?
-Si.
-Un día te vas a matar con tanto salto sobre esos tastos! El día que te compramos los patines, no se en que estábamos pensando.
Mi madre se preocupaba por mi bienestar, y me imagino que le aterraba mi forma de ser. Constante, cabezona! Si se me metía en los cuernos que podía hacer una triple pirueta, no descansaba hasta que salía, y ella lo sabía.
Cuando mi madre era pequeña, tuvo un accidente en bicicleta, se llevó un golpe tan grande que quedó la pobre medio traumatizada, así que cuando yo dejé el triciclo y pedí una bicicleta, ella me compraba libros...muñecas...juegos...cualquier cosa por no hablar de la bicicleta y mucho menos de aprender a andar en ella...
Pues nada, que mi vecina de abajo y todos los niños hacían carreras en bici, mientras yo miraba, porque ni sabía andar, ni mucho menos tenía una bici para poder participar. Hasta que empecé a sobornar a mi vecina con mis juguetes, ella me dejaba la bici, y yo lo que a ella se le antojase de mis cosas.... Aprendí a andar sola, sin ruedines y sin nada. Yo quería montar en bici como el resto de los niños, y en una semana, después de caídas, moratones, heridas de guerra y demás...aparecí en casa y le dije a mi madre:
-Mami, ya me puedes comprar la bici que ya se andar.
-Pero como vas a saber andar si no tienes bici?
-Ya... bueno es que se la cambié a María por unos días por el nenuco y la barbie...
-Queeee??? Andaste tú sola en una bici sin ruedines???
-Si mami, pero no te preocupes, que ya se andar. Quieres verlo?
Así que mi madre, después de aquello, me temía, porque cosa que se me metía entre ceja y ceja, hasta que la conseguía no paraba!!. Y de esa forma he ido avanzando por la vida, hasta que la enfermedad de mi padre, y todo lo que vivimos con él, me llenó de miedos, y marcó mi forma de ser...dejé de ser esa niña que se comía el mundo a bocados, que no pensaba en si se iba a empachar, solo pensaba en que quería algo y lo quería ya!!!.
El otro día, pensando en este reto que llevo un par de años deseando, y que no me doy decidido por más que pienso y pienso... me he acordado de todas esas piruetas sobre mis patines, en aquel día que con las rodillas ensangrentadas reté al vecino del tercero a una carrera en bicicleta a pesar de que él era más mayor que yo, y su bici mil veces más grande que la de mi vecina del cuarto a la que yo se la había robado para la carrera... me acordé de la tremenda caída que me dí, haciendo sangrar de nuevo esas piernecillas de niña pequeña, y lo poco que me importó porque a los dos minutos ya había quedado para la revancha al día siguiente. De como mi padre me vendaba las rodillas, y me dijo:
-Se terminó la bici por unos días hasta que no cure esto. Y después ya te compraremos una, pero no andes en la bici de nadie!.
-Pero papi, mañana es la revancha!!! Tengo que correr esa carrera!!
-Pero viste que heridas tienes cariño?
-Pero si no los mayores se reirán de mi... pensarán que me da miedo correr papá...
Y mi padre, como en tantos momentos de la vida, me decía esas palabras tan especiales para mi...
-Marta tu quieres hacerlo?
-Yo si papi...
-Bueno, pues yo pienso que con las piernas así no deberías correr hasta que estuvieran curadas, pero si tú crees que tienes que hacerlo, haz lo que consideres que está mejor...
Y claro...yo pues corría!!! Dile tu a una niña que decida, verás lo que hace!!!... Lo mejor fue, cuando llegado el momento de la carrera miré para arriba y vi a mi padre desde la ventana. Me estaba mirando!!! Eso me dio fuerzas para comerme el mundo!!. Pero claro, estaba el problema de que yo andaba en la bici de la niña del cuarto, que era pequeñisima, y que mi rival tenía una de cross, que por aquél entonces era el ferrari de las bicis, así que no solo me ganó, si no que me volví a caer y me volví a reventar las rodillas por donde ya estaban para coger con pinzas...Pero allí apareció mi padre, para volver a curarmelas, y darme aquel beso de orgullo total!!. Porque aunque él sabía que me enfrentaba a una carrera imposible, ya conocía mi forma de ser, y sabía que aquello era lo más importante para mi en aquel momento. Aun tengo cicatrices de aquellas carreras en mis rodillas, y ni os imaginais, lo orgullosa que estoy de tenerlas!!!...
Cuando pasa el tiempo, y miras para atrás, te das cuenta como según vas madurando, te da más miedo avanzar, todo te lo piensas más...valoras pros y contras, y dejas de hacer muchas cosas por si acaso algo saliera mal.... que listos son los niños...La felicidad de la etapa de la infancia, tiene que ir muy ligada a ese echo, a ese valor que nos es otorgado y que con el paso del tiempo se va esfumando...
Hoy, miro el salto que llevo dos años tratando de dar, y aunque el acantilado me da un miedo que te cagas!!! Lo voy a saltar por mis narices!! Por que yo puedo, porque va a salir bien, y porque no me puede pasar nada malo...porque si miro otra vez para arriba, veré a mi padre mirando de nuevo desde su ventana...un poco más alta eso sí, pero se que ahí estará, y que si me caigo vendrá enseguida a curarme las heridas y a darme ese beso lleno de orgullo solo por el echo de haberlo intentado...
Yo salto!!! por mis narices que salto!!!

Mi compi, Cris, me otorgó otro premio:

La condición es que se lo tengo que pasar por comentarios en mis post, pero eso haría que le regalara el premio a gente que ya lo tiene, y a gente que me lo ha entregado, tanto en este blog como en el de cocina.Si a nadie le parece mal, voy por libre, y se lo entrego a:
-David del blog "Lo que es la vida"
-Isabella del blog "La rana de azúcar"
-Uxía del blog "La cocina de Meigauxía"
-Maria del blog "La casita de jengibre"
-Sofía del blog "Historias de una niña de 8 años"
-Isabel del blog "Aliter dulcia"
-Inma del blog "Nuestras cositas"
-María del blog "Tartas, galletas y más"
-Sebair del blog "La cocina de Sebair"
-Ernestina del blog "A el rincon de cocinar"
-Aliena del blog "El blog de Aliena"
-Huci del blog "La cocina de Huci"
-Sara del blog "Las recetas de Sara"
-Rose del blog "No me da la gana"

Y por hoy ya está bien no??? Muacckkk