Como en un cuento...: Días de sol y playa...

miércoles, 26 de mayo de 2010

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Días de sol y playa...

(Playa de Espiñeiro, A Coruña)
Este domingo fue un día muy especial. Nos levantamos temprano por la mañana, y fiambrera en mano fuimos a pasar todo el día a la playa.

Allí estabais casi todos, es inevitable que siempre falte alguien en este gran grupo, pero eramos muchos... Ha sido uno de los mejores días de este año, he estado relajada, en buena compañía, y me lo he pasado genial. He disfrutado tanto del día, que hasta llegué a olvidar mis dolores de espalda. Lo disfrute, sin duda plenamente...tanto, que el lunes me ha costado muchisimo levantarme, el cansancio me invadía el cuerpo como quien lleva kilos de plomo a cuestas...pero valió la pena.

Después de tantos meses, he descalzado mis pies, y he vuelto a sentir el tacto suave de la arena, he vuelto a caminar por la orilla del mar sintiendo las olas golpear en mis piernas, aun blancas a causa de este invierno tan largo. He corrido a dejar la toalla bien estendida, y me he despojado de todas mis ropas para correr al encuentro del tacto del mar. Esta vez no me ha asustado el frío al entrar en el agua, tenia tantas ganas, que sin pensarlo me sumergí y me dejé ir...ha sido una sensación maravillosa volver a sumergirme en el mar después de tanto tiempo, sumergir hasta las orejas, para no escuchar otra cosa que no sea, el susurro del mar. Me he sentado en la orilla, dejando que las olas jugaran a bañar mis pies...ha sido un gran día...

El lunes, a parte del cansancio y la falta de costumbre de un día intenso de playa, al levantar la persiana me esperaba la catarsis total. Un día nublado, gris, como los peores del invierno. Frotando los ojos me llegué a preguntar, si lo del día anterior habría sido un sueño, y solo supe que no era así por las rojeces en la espalda, a causa del sol tan anhelado. Según fue transcurriendo el día, las nubes le fueron dando paso a la tormenta, y la tormenta al granizo, para volver a la lluvia, y en algún momento hasta el frío...

Me quedo con el recuerdo de aquel cálido domingo...

3 comentarios:

  1. Que envidia sana me da leerte !!!

    Anhelo pisar la playa, daría lo que fuera por vivir cerca del mar. Este verano hará 2 años que no piso la playa, espero poder hacerlo el año que viene. Mientras habrá que conformarse con la piscina y el campo.

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  2. Cris, yo cada vez que viajo a una ciudad de interior noto como si me faltara el aire, e inconscientemente busco el mar...Pero el mar no está. Siempre me pregunté como sería una vida sin él cerca...a mi me relaja muchisimo ir a pasear por la playa cuando estoy depre, sea verano o invierno. El ruido de las olas, el contacto con la arena...son sensaciones unicas... Ojala vayas pronto a la playa guapa!!!

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  3. Antes era de ir a la playa a torrarme pero desde que tuve a la niña me encanta ir a la playa a descansar, a pasear, a sentarme y que las olas me arrullen.
    Cuando sea viejita me iré a vivir cerca del mar.

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