Curiosamente, me siento tranquila, no hay nada que me preocupe en exceso, porque problemas son otras cosas. Pero también me encuentro pensativa, y con ganas de intentar alcanzar algún sueño imposible, de esos que no te crees nunca con capacidad suficiente de alcanzar, pero que ahora siento que puedo y que sirvo para eso.
Así que mis días me pasan entre pensamientos, deseos, sueños, e ilusión, aunque aun no me he atrevido a contarlos por temor a que se esfumen.
A veces cuando las cosas mejoran, nos descolocan, nos ponen en un punto perdido que no sabemos si es bueno o malo, y eso a veces asusta un poco, aunque el desencadenante sean acontecimientos felices, cosas buenas que están por llegar.
También es verdad que girar la cabeza, y mirar todo lo que vamos dejando a un lado asusta, cuando siempre creíste que el mundo avanzaba demasiado lento, de pronto sientes que no respirar del aire que te llega provocado por tanta velocidad. Y asusta.
A veces pienso demasiado, a veces pienso por mi, por ti y por todos los demás. A veces soy así, otras soy aun peor, es solo un momento de interrogantes extrañas, que como todos...también pasará...