Como en un cuento...: Entre todos podemos!!!

sábado, 24 de julio de 2010

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Entre todos podemos!!!


Dicen que estamos en el mes del cáncer, yo siempre pensé que era en mayo, por eso no se que hay de cierto en esto. El caso es que creo, que el mes del cáncer son todos, porque una vez aparece esa horrible palabra en tu vida, ya no hay mes libre, todos están ocupados por la lucha ante una de las peores enfermedades que existen.
Yo nunca había pensado en el cáncer, hasta que lo tuve que vivir con una de las personas más importantes de mi vida. Aquel tres de Mayo, cuando estando viendo un partido de fútbol, del Deportivo de la Coruña (mi equipo), contra el Barcelona (el equipo de mi padre), a él le dio un mareo, mi vida cambió para siempre.
Aquel mareo, fue el principio de una pesadilla, con un final infeliz, porque él se fue al cielo, y lo de "serán felices para siempre" o "comieron perdices" quedó reservado para los cuentos infantiles o las películas de ficción.
Aquel día mi madre lo llevó al hospital para ver de donde venía el mareo, y nosotras en casa esperando, sin poder dormir, una llamada telefónica que nos dijera que ya volvían y que todo estaba bien. La llamada se produjo, pero la conversación fue un poco distinta. Mi madre con toda su entereza, nos dijo que habían encontrado un tumor cerebral y que aun no se sabía si era benigno o maligno, que hasta que no operaran, no podíamos saber más.
Aquellas palabras y aquella conversación, quedó grabada en la cabeza de mi hermana y en la mía, que con nuestros diecisiete y diecinueve años respectivamente, aun pensábamos que el cáncer era eso que pasaba en la películas, o que escuchabas en la calle, que les pasaba a otros, pero no a nosotros. Así que aquel día empezó la horrible pesadilla.
No hubo un mes especial, eran todos los que él aguantó hasta el final. No había un día, eran todos los días de lucha y de sufrimiento constante. Aquel tres de mayo, nuestra vida dio un giro inesperado y ya nunca volvió a ser lo mismo.
Mi padre tenía un amigo, y compañero de trabajo que luchaba desde hacía tres años contra un tumor cerebral. Las casualidades de la vida, hicieron que él también estuviera ingresado para otra operación cuando mi padre ingresó.
Se llamaba Marco, y tenía treinta y cinco años. Casado y con un niño de ocho añitos.
Marco, al vernos en el hospital y al enterarse del motivo del ingreso, empezó a pasar sus horas en la habitación de mi padre. Empezó a dedicarnos su valioso tiempo, y yo empecé a conocer a una de las personas más maravillosas que he conocido en mi vida.
El, enfermo de cáncer, nos daba ánimos a mi madre y a nosotras a diario, nos explicaba todo, nos hacía ver la vida desde otra perspectiva, él tenía gafas graduadas con esperanza, y con cristales tintados frente a la muerte.
A mi padre le tocó algo rápido, y tras ocho meses en los que no nos separamos de su lado ni un solo segundo, se fue.
No puedo recordar nada del día del entierro, no se quienes eran las personas que estaban allí, porque no logro visualizarlas. Mi dolor era tan grande que no tenía ojos para nada más que no fuera la despedida a mi padre. Pero si me acuerdo de algo, recuerdo cuando bajé del coche y me dirigí a la entrada del cementerio, y recuerdo ver a un hombre con un sombrero negro que se acerco y nos abrazo a las tres. Era él, era Marco, que estaba allí para apoyarnos y para darnos todo su consuelo. Cuando lo vi, se me quebró el alma, y no pude evitar pensar en cuanto le quedaría a él...
Marco siguió con su lucha, y fue preparando todo para su partida, fue mentalizando a su mujer y a su hijo diciéndoles lo importante que era para él el que fueran felices y vivieran la vida, les fue mentalizando de que aunque él no estuviera aquí en cuerpo, estaría de otra forma, pero que siempre estaría con ellos.
La última vez que lo vi, estuvo en mi casa de visita, y ya estaba bastante mal, ya perdía vista. Entonces él nos dijo que ya se le estaba terminando el tiempo, que además era consciente de que empezaba a tener los últimos síntomas que había tenido mi padre. Pero que estaba muy agradecido a la vida, porque a él le habían premiado con tres años, mientras que a su amigo no le llegaron a dar ni ocho meses completos, de algún modo era feliz.
Yo lo escuchaba, y en silencio pensaba en la gran persona que tenía en frente. Me parecía admirable su actitud ante la vida, y pensaba que tenía delante de mis narices a un ángel de verdad.
Esa fue la ultima vez que lo vi, luego su llama se fue apagando, y aunque mi madre si fue a verlo a casa, no nos dejó ir a nosotras. Yo en parte me alegro, porque prefiero recordarlo así, como él era en estado puro, como el ángel que se sienta ahora al lado de mi padre, que me cuida y que mira por nosotros todos los días de mi vida.
Aquello cambió mi vida para siempre, pero no puedo dejar de pensar en la cantidad de gente que hay en los hospitales ahora mismo en lucha, no puedo pensar en el mes del cáncer, porque detrás de cada ventana de esas tristes habitaciones hay mujeres, hombres y niños que ahora mismo están sufriendo, están echándole un pulso a la vida, un pulso que espero y deseo que todos ganen.
La asociación española contra el cáncer, nos ayudó muchismo en los peores momentos, nos dio ayuda económica, que no hay que olvidar que hasta para estar enfermo hace falta tener dinero, nos ayudó con apoyo psicológico, y nos ayudo con  sacos llenos de fuerza y esperanza. Por eso, siempre que puedo aporto dinero a esta organización. Porque sí funciona, porque no miente, porque realmente ayuda a quienes lo necesitan, y porque es muy importante que alguien te tienda una mano en esos momentos tan duros.
Me cuesta mucho tocar este tema, me cuesta mucho reconocer que ya siempre me perseguirá este fantasma, pero la única forma de poder vencerlo algún día, es ayudando a que sigan investigando, a que siga habiendo personas tan buenas y desinteresadas como las que colaboran en este tipo de asociaciones, no os podéis ni imaginar lo importante que es la función que desarrollan.
Así que, como os decía al principio, no se si este es el mes del cáncer, porque para mi ya lo son todos, y porque creo que no tiene que haber un mes más especial para colaborar, intentemos que lo sean todos, porque es muy importante para el futuro de las personas que lo están viviendo, pero también para el nuestro y el de nuestro hijos el día de mañana.

3 comentarios:

  1. Yo tambien he pasado por eso Marta, dos veces, una de ellas con fainal feliz (mi mami está aquí), no puedo decir lo mismo de mi padre.....
    Secundo con todas mis ganas lo de la asociación española contra el cancer, yo hace tres años que colaboro, solo con 20 euros al mes, pero yo ni los noto, y si todos lo hiciesemos.....es importantisima la investigación...muchisimo. mil beso

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  2. Cada día que entro aquí espero encontrarme con una entrada especial, y esta sin duda lo es, pero especial y dolorosa !!!
    Marta te mando un abrazo enorme !!!!
    Eres muy valiente

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  3. Valiente??? No se yo, más bien miedosa!!. Se que no soy la unica Vane, se que muchos estais ahí, y bueno tambien se que a veces se gana, aunque devería ser muchas más...

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Y tu que opinas???